Saturday, 24 March 2018

BORIS PASTERNAK....ETAPAS Y ESTILO

ETAPAS ARTÍSTICAS


Inscrito en sus orígenes en la vanguardia futurista, es fácil dividir la carrera de Pasternak en varios periodos. El primero, desde sus comienzos hasta 1932, comprende obras tan notables por sus innovaciones lingüísticas que ejercieron una fuerte influencia en toda una generación de poetas soviéticos. 

Escritas en los revolucionarios años 20, en plena búsqueda de un nuevo estilo, Pasternak se erigió en líder de la vanguardia poética y fijó su posición en la poesía posterior a la revolución.

En la década de los treinta y en los años de la guerra su obra se tornó más simple y sencilla. Su poesía de este periodo es excelente, pero no superior a la cultivada en su primera época. Su tercera etapa abarca los años 1945−1955, volviéndose hacia la prosa y la creación de Doctor Zhivago. 

En esos años, y hasta 1960, año de su muerte, su poesía es más concreta y directa. Esto fue tal vez provocado por una crisis interior que le llevó a condenar el virtuosismo literario de su juventud. 

Algunos críticos del exilio se inclinan a pensarlo y a suponer la desaprobación de los primeros excesos verbales por parte del poeta. En su madurez, superados los cuarenta años de edad, Pasternak había vuelto la espalda a las claves de su poesía que otorgaron tanta influencia en los años 20 y 30. 

Sin embargo, su negación del pasado no debe tomarse literalmente; para él resulto siempre menos importante el tiempo pretérito que lo presente. Su camino complejo y dirección mantiene la misma dirección en toda su carrera, y sus obras estuvieron siempre dotadas de una unidad interna en su evolución. En realidad, la coherencia presidió siempre su trayectoria.

IDEOLOGÍA Y ESTILO

En los años 20, Pasternak era aclamado como el más grande poeta de la era post−revolucionaria, pero nunca consiguió la popularidad de Maiakovski o Yessenin. Fue la suya la figura de un hombre en lucha con su entorno, oponiendo sus convicciones personales al pensamiento colectivo. 

Shologov le llamaría cangrejo ermitaño. Esta denominación nos hace ver su condición de hombre solitario y aislado, extraviado en los acontecimientos de la época. 

Dijo de él su amigo el poeta Annenkov, que Pasternak recibió la revolución como si fuese una nueva fonética o una nueva música. Se encontraba por aquel entonces dentro de la corriente futurista, y muchos de sus compañeros se adhirieron a la causa del Partido Comunista. 

Los ventajistas y oportunistas celebraban los planes quinquenales, la sabiduría de Stalin. Él continuo expresando, sin embargo, sus pensamientos y sentimientos, ajeno a los mandamientos oficiales, negándose a hacer de la literatura un medio de propaganda y educación de las masas, a componer poemas políticos y servilistas. 

La naturaleza, el amor, la soledad y todo lo que rodea al hombre fueron sus temas preferidos. 

Los enemigos comunistas de Pasternak reconocieron su genio, pero le atacaron constantemente y le llamaron formalista decadente, en desacuerdo con su época y ajeno al pueblo. Su pensamiento quedó tapado en numerosas ocasiones, pero expresó a su manera el lamento de aquellos a quienes la opresión condenaba al silencio.




Su filosofía mezclaba la exaltación de la vida y el amor panteísta de la naturaleza con los conceptos cristianos de espiritualidad y hermandad, lo cual se oponía al dogma comunista. Rechazó la teoría del arte por el arte, pero su poesía contrastaba con los cánones primitivos del stalinismo−krushevismo.

Su alto componente moral le hizo símbolo de coraje y valentía, lo que provocó que estuviese siempre bajo la amenaza de la calumnia.

La poesía de Boris Pasternak era una síntesis de la tradición clásica, el universo musical simbolista y la tendencia al lenguaje familiar de los futuristas, combinada con la imagineria propia del surrealismo. En Pasternak caen las primeras lluvias, nieva por vez primera, ocurre todo por primera vez. 

El laboratorio léxico de los futurista no pretendía, por el contrario, saber nada de los comienzos, de la creación, ni tampoco de la continuidad y la tradición. 

Maiakovski decía de sus ritmos que eran la disonancia de la guerra y de las revoluciones. Para Pasternak la poesía era ingenuidad e intelecto, inocencia y refinamiento, exceso y cálculo, contemplación y abstracción y, sobre todo, detalle.

Aunque recurre en contadas ocasiones a los neologismos y no es oscuro, su lenguaje poético es tan poco común, la elección y el alcance de las palabras tan amplio, que sólo con un constante esfuerzo puede el lector llegar al mundo propio del poeta. 

Pasternak construye sus poesías mediante el método contrapuntístico, enfocando el mismo tema desde polos totalmente opuestos o juntando distintos temas sin que posean ninguna relación entre sí, exceptuando la polifonía de la lengua. 

Sus metáforas son a menudo sorprendentes: Los glaciares se descubren el rostro como las almas resurrectas de los muertos. Se aleja tanto del hiperbolismo de Maiakovski como de la extravagancia de los imaginistas, conservando la más extraña de sus analogías una mezcla de lógica y fantasía. 

Consigue habitualmente una aproximación de conceptos que deriva del parentesco fonético de las palabras y los sonidos, siguiendo la teoría formalista de conseguir un efecto original como procedimiento poético esencial, y utiliza también asociaciones inesperadas al modo futurista y surrealista.

Sorprende también en el uso constante de modos familiares, pero, a pesar de todo, su poesía no es fría sino espontanea, y sus tropos, imágenes, y su gran riqueza verbal constituyen una culminación poética. 

No es ni pretencioso ni afectado, y sus descubrimientos tan solo reflejan su originalidad y su creencia de que la sonoridad era la unión indisoluble entre la substancia y la forma de expresarla. Esta fue una de las razones por las que mostró su disconformidad con su estilo primerizo


ARTISTIC STAGES


Registered person in its origins in the futurist avant-garde, it is easy to divide the Pasternak career in several periods. The first one, from its beginning until 1932, understands so notable works for its linguistic innovations that exercised a strong influence in the whole generation of Soviet poets. 

Written in the revolutionary years 20, in full search of a new style, Pasternak was erected in leader of the poetical avant-garde and fixed its position in the poetry later to the revolution.

In the thirties and in the years of the war its work became simpler and simple. Its poetry of this period is excellent, but not top to cultivated in its first epoch. Its third stage includes the years 1945−1955, turning towards the prose and the Doctor's creation Zhivago.

In these years, and until 1960, year of its death, its poetry is more concrete and direct. This was provoked perhaps by an interior crisis that led him to condemning the literary virtuosity of its youth. Some critics of the exile incline to think it and to suppose the disapproval of the first verbal excesses on the part of the poet. In its ripeness, overcome forty years of age, 

Pasternak had turned the back to the keys of its poetry that granted so many influence in the 20s and 30s. Nevertheless, its denial of the past must not take literally; for him there turned out to be always less important the past time than the present thing. 

Its complex way and direction maintains the same direction in all its career, and its works were always provided with an internal unit in its evolution. In fact, the coherence always presided at its trajectory.


IDEOLOGY AND STYLE

In the 20s, Pasternak was acclaimed like the biggest poet of the age post−revolucionaria, but it never obtained the popularity of Maiakovski or Yessenin. His was the figure of a man in struggle with its environment, putting up its personal convictions against the collective thought.

Shologov would call him a crab hermit. This denomination makes us see its condition of man solitary and isolated, misled in the events of the epoch. Its friend said of him the poet Annenkov, that Pasternak received the revolution as if it was a new phonetics or a new music. It was at that time inside the futurist current, and many of its partners adhered to the cause of the Communist Party. 

The ventajistas and opportunists were celebrating the five-year plans, the Stalin knowledge. He kept on expressing, nevertheless, its thoughts and feelings, foreign to the official orders, refusing to do of the literature a way of propaganda and education of the masses, to compose political poems and servilistas. 

The nature, the love, the solitude and everything what surrounds the man were its favorite topics. 

The communist Pasternak enemies recognized its genius, but they attacked him constantly and called him a decadent formalist, in disagreement with its epoch and foreign the people. Its thought remained covered in numerous occasions, but it expressed to its way the lamentation of those whom the oppression was condemning to the silence.

Its philosophy was mixing the exaltation of the life and the pantheistic love of the nature with the Christian concepts of spirituality and brotherhood, which was opposed to the communist dogma. It pushed the art theory back for the art, but its poetry was contrasting with the primitive cánones of the stalinismo−krushevismo.

Its moral component high place did to him symbol of courage and valor, what provoked that it was always under the threat of the calumny.





The poetry of Boris Pasternak was a synthesis of the classic tradition, the musical universe simbolista and the tendency to the colloquial language of the futurists, combined with the proper religious images of the surrealism. 

In Pasternak the first rains fall down, it snows for the first time, everything happens for the first time. The lexical laboratory of the futurist was trying, on the contrary, to know anything either about the beginning, about the creation, nor either of the continuity and the tradition. 

Maiakovski was saying of its rhythms that there were the disharmony of the war and of the revolutions. For Pasternak the poetry was an ingenuousness and intellect, innocence and refinement, excess and a calculation, a contemplation and abstraction and, especially, detail.

Although it resorts in few occasions to the neologisms and is not dark, its poetical language is so slightly common, the election and such a wide scope of the words, that only with a constant effort the reader can come to the proper world of the poet. 

Pasternak constructs its poetry by means of the contrapuntal method, focusing the same topic from completely opposite poles or joining different topics without they possessing no relation between themselves, excepting the polyphony of the language. 

Its metaphors are often surprising: The glaciers discover the face as the souls resurrectas of the dead persons. It moves away so much from the hiperbolismo of Maiakovski as from the extravagance of the imaginistas, preserving the strangest of its analogies a miscellany of logic and fantasy. 

It usually obtains an approach of concepts that derives from the phonetic kinship of the words and the sounds, following the formalist theory of obtaining an original effect as essential poetical procedure, and uses also unexpected associations to the futurist and surrealistic way.

It surprises also in the constant use of familiar ways, but, in spite of everything, its poetry is not cold but spontaneous, and its tropes, images, and its big verbal wealth there constitute a poetical culmination. 

It is neither pretentious nor affected, and its discoveries just reflect its originality and its belief of which the tone was the indissoluble union between the substance and the way of expressing it. This was one of the reasons for which it showed its dissatisfaction with its inexperienced style

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