La ausencia de criterios propios ornamentales en los primeros momentos constructivos, hizo que los constructores musulmanes incorporaran técnicas decorativas bizantinas, si bien las adaptan a una temática acorde con el sentido estético y religioso, destacando los motivos vegetales de ataurique, geométricos y los epigráficos. En Córdoba el verdadero elemento decorativo, que sobrepase a todos los demás, es el conjunto formado por la columna, pilar, arcos y su variedad cromática, la ornamentación de los capiteles es muy variada, dependiendo de la época: los más primitivos son de orden corintio o compuesto, labrados con delicadeza en época romana, junto a ellos se encuentran algunos de procedencia visigoda de talla más tosca en los que las hojas de acanto adoptan forma de pencas dispuestas esquemáticamente.
Cuando se hacen capiteles exprofeso, en las ampliaciones del siglo X, adoptan la forma de un núcleo cilíndrico decorado con hojas de acanto lisas y poco resaltadas, destacándose únicamente las puntas enroscadas, el resto está adherido al cuerpo del capitel. Las superficies están talladas con profundos entrantes hechos con el trépano, y crean un capitel con aspecto de “avispero”. El lugar más profusamente decorado mediante mosaicos y paneles de mármol labrados es el frontal del arco de herradura y alfiz del mihrab. La decoración de ataurique de múltiples ramificaciones y lacería de complicado trazado geométrico, se combinan con las inscripciones en letra cúfica.
Portadas y fachadas exteriores de la Mezquita de Córdoba
La estructura primitiva de las fachadas exteriores se aprecia especialmente en la occidental, la única que se conserva de la obra realizada por Abderrahmán I. En su desarrollo se distingue la alternancia de poderosos contrafuertes que remarcan la presencia de puertas de acceso a la gran sala de oración. En todo el perímetro, a lo largo de los siglos se han ido abriendo 19 puertas, de las cuales la más antigua, posiblemente ya existente en el primitivo templo cristiano, es la Puerta de San Esteban, que va a servir de modelo a todas las demás. Todas las portadas tienen un arco de herradura enmarcado por un alfiz; en sus dovelas, jambas y fondos de arcos ciegos se utilizan enchapados de piedra tallada siguiendo las técnicas orientales bizantinas de tallado a bisel.
Ya se ha indicado que la más característica es la Puerta de San Esteban, de piedra caliza que, aunque restaurada en el siglo IX, conserva los elementos fundamentales de su estructura flanqueada por dos poderosos contrafuertes está dividida en tres zonas verticales, la central contiene la puerta propiamente dicha con un arco de herradura y alfiz; a cada uno de los lados, y sobre unos paños decorados con bajorrelieves de acanto tallados al estilo romano, hay otros das arcos ciegos con nichos y pequeñas ventanas rectangulares encima; sobre la puerta tiene tres arquillos ciegos, y más arriba rematando el muro hay un saliente, a modo de barbacana coronada por merlones de forma escalonada con dentellones agudos.
Tras la conquista de Granada la mezquita cordobesa fue convertida en templo cristiano. Carlos V impuso la incorporación de una Catedral que sobresaliera por encima de la mezquita.
Decorative Elements of the Mosque of Cordova
The absence of ornamental proper criteria in the first constructive moments, did that the Moslem builders were incorporating Byzantine decorative skills, although they adapt them to a subject-matter according to the esthetic and religious sense, emphasizing the vegetable motives of ataurique, geometric and the epigráficos. In Cordova the real decorative element, which it exceeds to all the rest, is the set formed by the column, prop, arches and its chromatic variety, the embellishment of the capitals is very varied, depending on the epoch: the most primitive perform Corinthian or compound order, worked cautiously in Roman epoch, along with them some of origin are visigoda of coarser size in that the acanthus sheets adopt form of ready stalks as a sketch.
When capitals are done I exprofess, in the enlargement of the Xth century, they adopt the form of a cylindrical nucleus decorated with smooth and slightly highlighted sheets of acanthus, standing out only the coiled tops, the rest is adherent to the body of the capital. The surfaces are carved by deep inlets done with the trephine, and create a capital with aspect of “wasps' nest“. The place more profusely decorated by means of mosaics and carved panels of marble is the hood of the arch of horseshoe and alfiz of the mihrab. The decoration of ataurique of multiple ramifications and ornamentation of complicated geometric tracing, they get together with the inscriptions in cufic letter.
Fronts and exterior fronts of the Mosque of Cordova
The primitive structure of the exterior fronts is appreciated especially in the western one, the only one that survives of the work realized by Abderrahmán I. In its development there differs the alternation of powerful buttresses that notice the presence of doors of access to the big room of prayer. In the whole perimeter, throughout the centuries there have been opened 19 doors, of which the most ancient, possibly already existing in the primitive Christian temple, is the Door of San Esteban, who is going to serve as model to all other. All the fronts have an arch of horseshoe framed by an alfiz; in its voussoirs, jambs and funds of blind arches are used plating of carved stone following the Byzantine oriental skills of carved to bevel.
Entre las construcciones islámicas que
existen en España ocupa un lugar preeminente; es la obra arquitectónica más
carácter del arte hispano-musulmán. La mezquita se construyó como una réplica
de la gran mezquita de Damasco.
La construcción se inició el año 785 sin que
pudiera ser concluida hasta el reinado de Hixem I (788-796). Durante la primera
mitad del siglo IX, la ciudad de Córdoba alcanzó un gran desarrollo urbanístico
impuesto por el crecimiento demográfico y económico producido durante el
reinado de Abderrahmán II; este emir ordenó realizar obras de ampliación en la
mezquita, que se continuaron durante el reinado del emir Mohamed I (852-886).
Durante el siglo X las obras realizadas en la mezquita alcanzaron el mayor
desarrollo: a la iniciativa del primer califa cordobés, Abderrahmán III, se
debe la erección del alminar que sustituyó al primitivo y la consolidación de
la fachada de la sala de oración que da al patio; su hijo y sucesor, Al-Hakam
II, en el, 962, ordenó la ejecución de ampliaciones del haram desplazando la
quibla, con su mihrab, hacia el sur. En tiempos del califa Hixem II (976-1016)
y por orden de Almanzor se produjo una nueva ampliación, impulsada nuevamente
por el crecimiento de la población cordobesa.
Planta y ampliaciones de la Mezquita de
Córdoba
Según el modelo de la mezquita de Damasco,
la de Córdoba tiene un patio (sahn) y una sala de oración (haram) con soportes
de pilares sobre columnas y doble arcada, con la diferencia, respecto del
modelo, de que en la cordobesa no existen muros con tragaluces, no obstante
gracias a la gran altura que alcanza el nivel superior se obtiene una adecuada
iluminación interior. La sala de oración de la mezquita de Córdoba se
diferencia de la de Damasco en su asimetría, que es consecuencia del proceso
histórico de su construcción, pese a que las adiciones que se realizaron
durante los reinados de Abderrahmán II, Al-Hakam II e Hixem II trataron de
seguir la disposición original del primer edificio, por este motivo resultó una
construcción con una gran unidad estilística.
La planta de la mezquita de
Córdoba es el resultado de un proceso de construcción que se inició en el año
785 y concluyó en el 988.
La planta del primer edificio se reparte en dos
sectores de norte a sur, casi iguales entre sí; el del norte, descubierto, como
patio, el otro techado, con su cabecera hacia el sur, y accesible al patio
mediante once arcos, que corresponden a otras tantas naves enfiladas a la
cabecera. Las once naves del haram están dirigidas de norte a sur,
perpendiculares al muro de la quibla, con un mihrab en el centro que
desapareció al ampliar la mezquita hacia el sur en el siglo IX. La primera
ampliación del haram tuvo lugar en el reinado del emir Abderrahmán II durante
los años 833 al 848, en ella se derribó la quibla y se alargaron las naves
hacia el sur, manteniendo la anchura de las once naves primitivas.
Durante el
reinado de Abderrahmán III el haram no sufrió alteraciones, sí, en cambio,
corresponden a este califa la construcción de un nuevo minarete (oculto hoy por
la obra barroca que lo recubre), la ampliación del palio y reformas en las
fachadas y arquerías del mismo. Su sucesor Al-Hakam II decidió una nueva
ampliación de la sala de oración, prolongó nuevamente las once naves y trasladó
la quibla más hacia el sur hasta llegar a las murallas que bordeaban la Medina
en la margen derecha del río Guadalquivir. Esta ampliación es casi comparable,
por su tamaño a la superficie de la obra primitiva. Además a uno y otro lado
del mihrab se construyeron unas pequeñas salas cuyos interiores se comunican
entre sí.
La última y más grande ampliación se realizó durante el califato de
Hixem II, pero por decisión del todopoderoso Almanzor; el aumento se realizó
hacia el este, derribando el muro oriental, se añadieron ocho naves que se
orientaron, igual que el resto, de norte a sur hasta llegar a la quibla, que
naturalmente tuvieron que aumentar la parte correspondiente.
El resultado de
todo este proceso fue que la planta presenta descentrados el mihrab y la nave central,
más ancha que el resto, que conduce hasta él, quedó destruida así la simetría
longitudinal que casi es preceptiva en las obras religiosas islámicas. Respecto
de la orientación, ya que, en vez de mirar hacia La Meca, está dirigida hacia
el sur como las mezquitas sirias (Damasco), este hecho se interpreta como un
símbolo de independencia respecto de Bagdad, como un deseo de mantener la
tradición siria.
Materiales y elementos constructivos de la
Mezquita de Córdoba
En esta mezquita se aprovecharon muchos
elementos del mundo visigodo y romano, apuntándose la posibilidad de que se
inspiraran en ambas fuentes para la organización de los soportes superpuestos y
arquerías (la inferior de herradura) que caracterizan esta mezquita; se cita
como un claro precedente de la mezquita cordobesa el acueducto romano de Los
Milagros, en Mérida. Los primeros arquitectos de Córdoba en el siglo VIII,
aprovecharon sistemáticamente los elementos de edificios romanos y visigodos.
En la primera fase de construcción el arquitecto de Abderrahmán I utilizó 110
columnas para formar las once naves con doce intercolumnios cada una de ellas.
El diferente origen de las mismas determinó diferencias entre ellas: los fustes
son de vanados tamaños y grosores, unos lisos y otros estriados verticales o en
espiral; unas con basa, otras sin ella; unas son de mármol, otras de granito.
Al faltarles a estos soportes la altura requerida, los constructores
recurrieron al procedimiento de añadir a cada columna un cimacio de planta
cuadrada sobre el que descansa un pilar monolítico de sección rectangular,
rematado en su parte inferior por unos modillones o rollos que los adaptan al
cimacio. Cada dos pilares quedan enlazados por arcos, el superior de medio
punto y el inferior de herradura; estos arcos inferiores sirven de entibo e
impiden el desplazamiento lateral de las columnas Las dovelas de la doble
arquería se alternan en un cromatismo bicolor, rojo y blanco, derivado del
material usado: siete dovelas de piedra y ocho de ladrillo rojo, por cada arco
superior, y a la inversa en los de herradura.
Esta bicromía y la estructura del
sistema de soportes relacionan muy directamente la mezquita con la arquitectura
civil romana del acueducto de los Milagros, ya citado. Sobre esta estructura,
que se repite infinitamente en toda la superficie de la sala de oración,
descansa la techumbre del edificio, originariamente horizontal, formado por
tableros de madera sobre vigas transversales a la nave.
En la ampliación de doce intercolumnios
nuevos a las once naves, que se efectuó durante Al Hakam II se introdujeron
muchas novedades arquitectónicas: las columnas son expresamente labradas para
la mezquita, por lo que todas son iguales en su fuste aunque en los capiteles
se alternan unos de tipo corintio y otros compuestos; no tienen basa y el
cimacio, por influencias bizantinas, adquiere una forma cruciforme; a la
tipología clásica de arcos se añaden otros apuntados y lobulados, y, por
último, se desarrolló la técnica del entrecruzamiento de los arcos que es a la
vez un recurso arquitectónico que sirve para consolidar la resistencia de las
arquerías, y técnica decorativa que embellece los lugares más destacados de la
mezquita.
Como novedad importante, por la gran
trascendencia que posteriormente tuvo para la arquitectura medieval cristiana,
fue la introducción de bóvedas nervadas cuyos nervios no se unen en la cima de
la cúpula sino que se cruzan en forma de polígono estrellado, dejando libre la
clave central. Son cuatro las que hay en la mezquita: una cubre los pies de la
nave central prolongada durante el siglo X formada por cuatro arcos cruzados en
ángulo recto y otros cuatro dispuestos oblicuamente formado múltiples espacios
triangulares y un espacio central cuadrado, todos ellos decorados con pequeñas
bóvedas de gallones; y otras tres que cubren las bóvedas de la maqsura que se
organizan estructuralmente sobre una base cuadrada y cuyos pares de arcos se
entrecruzan formando una polígono estrellado de ocho puntas, cuyo centro se
decora con una bóveda esquifada.
Una de las obras más admirables de la
mezquita de Córdoba es el mihrab, cuya entrada se forma por un gran arco de
herradura encuadrado en un alfiz rectangular que se apoya en un par de columnas
a cada lado. Las dovelas del arco están decoradas con mosaicos de estilo
bizantino. La hornacina de este mihrab, muy profunda y de planta octogonal,
está empotrado en el grueso muro de la quibla señalándose al exterior por un
abultamiento que tiene aspecto de contrafuerte, y cubierta por cúpula en forma
de concha esculpida en un solo bloque de mármol.
MOSQUE OF CORDOVA
Between the Islamic constructions that exist in Spain it occupies a preeminent place; the architectural work is more a character of the art Hispanic - Muslim. The mosque was constructed like a reply of the big mosque of Damascus.
The construction began the year 785 without it c be concluded up to the reign of Hixem I (788-796). During the first half of the IXth century, the city of Cordova reached a big town-planning development imposed by the population and economic increase produced during the reign of Abderrahmán II; this emir ordered to realize works of enlargement in the mosque, which were continued during the reign of the emir Mohamed I (852-886).
During the Xth century the works realized in the mosque reached the biggest development: to the initiative of the first caliph of Cordoba, Abderrahmán III, there owes the erection of the minaret that substituted the primitive one and the consolidation of the front of the room of prayer that gives to the courtyard; its son and successor, Al-Hakam II, in, 962, arranged the execution of enlargement of the haram displacing the quibla, with its mihrab, towards the south. In times of the caliph Hixem II (976-1016) and by order of Almanzor there took place a new enlargement impelled again by the growth of the population of Cordoba.
Plant and enlargement of the Mosque of Cordova
According to the model of the mosque of Damascus, that of Cordova has a courtyard (sahn) and a prayer room (haram) with props supports on columns and double arcade, with the difference, with regard to the model, of which in the of Cordoba one walls do not exist with fanlights, nevertheless thanks to the big height that reaches the top level a suitable interior lighting is obtained. The room of prayer of the mosque of Cordova differs from that of Damascus in its asymmetry, which is a consequence of the historical process of its construction, although the additions that were realized during the reigns of Abderrahmán II, Al-Hakam II and Hixem II tried to continue the original disposition of the first building, for this motive it turned out to be a construction with a big stylistic unit.
The plant of the mosque of Cordova is the result of a process of construction that began in the year 785 and concluded in 988.
The plant of the first building is distributed in two north sectors on south, almost equal between themselves; that of the north, overdraft, like courtyard, another roof, with its head towards the south, and accessible to the courtyard by means of eleven arches, that enfilades correspond to some other ships to the head. Eleven ships of the haram are directed from north on south, perpendicular to the wall of the quibla, with a mihrab in the center that disappeared on having extended the mosque towards the south in the IXth century. The first enlargement of the haram took place in the reign of the emir Abderrahmán II during the years 833 to 848, in her the quibla fell down and the ships got longer towards the south, maintaining the width of eleven primitive ships.
During the reign of Abderrahmán III the haram did not suffer alterations, yes, on the other hand, they correspond to this caliph the construction of a new minaret (I conceal today for the baroque work that covers it), the enlargement of the cloak and reforms in the fronts and arcades of the same one. Its successor Al-Hakam II decided a new enlargement of the room of prayer, prolonged again eleven ships and moved the quibla more towards the south up to coming to the walls that were bordering on the Medina in the right margin of the Guadalquivir.
This enlargement is almost comparable, for its size to the surface of the primitive work. Also to one and another side of the mihrab there were constructed a few small rooms which interiors communicate between themselves.
The last and biggest enlargement was realized during the caliphate of Hixem II, but for decision of the almighty Almanzor; the increase was realized to the east, knocking down the oriental wall, were added eight ships that were faced, just as the rest, from north on south up to coming to the quibla, which naturally they had to increase the corresponding part. The result of all this process was that the plant presents off-center the mihrab and the central ship, more wide than the rest, which he leads up to him, remained destroyed like that the longitudinal symmetry that almost is obligatory in the Islamic religious works.
With regard to the orientation, since, instead of looking towards Mecca, it is directed towards the south like the Syrian mosques (Damascus), this fact is interpreted as an independence symbol with regard to Baghdad, like a desire to maintain the Syrian tradition.