MEZQUITA DE CÓRDOBA
Entre las construcciones islámicas que
existen en España ocupa un lugar preeminente; es la obra arquitectónica más
carácter del arte hispano-musulmán. La mezquita se construyó como una réplica
de la gran mezquita de Damasco.
La construcción se inició el año 785 sin que
pudiera ser concluida hasta el reinado de Hixem I (788-796). Durante la primera
mitad del siglo IX, la ciudad de Córdoba alcanzó un gran desarrollo urbanístico
impuesto por el crecimiento demográfico y económico producido durante el
reinado de Abderrahmán II; este emir ordenó realizar obras de ampliación en la
mezquita, que se continuaron durante el reinado del emir Mohamed I (852-886).
Durante el siglo X las obras realizadas en la mezquita alcanzaron el mayor
desarrollo: a la iniciativa del primer califa cordobés, Abderrahmán III, se
debe la erección del alminar que sustituyó al primitivo y la consolidación de
la fachada de la sala de oración que da al patio; su hijo y sucesor, Al-Hakam
II, en el, 962, ordenó la ejecución de ampliaciones del haram desplazando la
quibla, con su mihrab, hacia el sur. En tiempos del califa Hixem II (976-1016)
y por orden de Almanzor se produjo una nueva ampliación, impulsada nuevamente
por el crecimiento de la población cordobesa.
Planta y ampliaciones de la Mezquita de
Córdoba
Según el modelo de la mezquita de Damasco,
la de Córdoba tiene un patio (sahn) y una sala de oración (haram) con soportes
de pilares sobre columnas y doble arcada, con la diferencia, respecto del
modelo, de que en la cordobesa no existen muros con tragaluces, no obstante
gracias a la gran altura que alcanza el nivel superior se obtiene una adecuada
iluminación interior. La sala de oración de la mezquita de Córdoba se
diferencia de la de Damasco en su asimetría, que es consecuencia del proceso
histórico de su construcción, pese a que las adiciones que se realizaron
durante los reinados de Abderrahmán II, Al-Hakam II e Hixem II trataron de
seguir la disposición original del primer edificio, por este motivo resultó una
construcción con una gran unidad estilística.
La planta de la mezquita de
Córdoba es el resultado de un proceso de construcción que se inició en el año
785 y concluyó en el 988.
La planta del primer edificio se reparte en dos
sectores de norte a sur, casi iguales entre sí; el del norte, descubierto, como
patio, el otro techado, con su cabecera hacia el sur, y accesible al patio
mediante once arcos, que corresponden a otras tantas naves enfiladas a la
cabecera. Las once naves del haram están dirigidas de norte a sur,
perpendiculares al muro de la quibla, con un mihrab en el centro que
desapareció al ampliar la mezquita hacia el sur en el siglo IX. La primera
ampliación del haram tuvo lugar en el reinado del emir Abderrahmán II durante
los años 833 al 848, en ella se derribó la quibla y se alargaron las naves
hacia el sur, manteniendo la anchura de las once naves primitivas.
Durante el
reinado de Abderrahmán III el haram no sufrió alteraciones, sí, en cambio,
corresponden a este califa la construcción de un nuevo minarete (oculto hoy por
la obra barroca que lo recubre), la ampliación del palio y reformas en las
fachadas y arquerías del mismo. Su sucesor Al-Hakam II decidió una nueva
ampliación de la sala de oración, prolongó nuevamente las once naves y trasladó
la quibla más hacia el sur hasta llegar a las murallas que bordeaban la Medina
en la margen derecha del río Guadalquivir. Esta ampliación es casi comparable,
por su tamaño a la superficie de la obra primitiva. Además a uno y otro lado
del mihrab se construyeron unas pequeñas salas cuyos interiores se comunican
entre sí.
La última y más grande ampliación se realizó durante el califato de
Hixem II, pero por decisión del todopoderoso Almanzor; el aumento se realizó
hacia el este, derribando el muro oriental, se añadieron ocho naves que se
orientaron, igual que el resto, de norte a sur hasta llegar a la quibla, que
naturalmente tuvieron que aumentar la parte correspondiente.
El resultado de
todo este proceso fue que la planta presenta descentrados el mihrab y la nave central,
más ancha que el resto, que conduce hasta él, quedó destruida así la simetría
longitudinal que casi es preceptiva en las obras religiosas islámicas. Respecto
de la orientación, ya que, en vez de mirar hacia La Meca, está dirigida hacia
el sur como las mezquitas sirias (Damasco), este hecho se interpreta como un
símbolo de independencia respecto de Bagdad, como un deseo de mantener la
tradición siria.
Materiales y elementos constructivos de la
Mezquita de Córdoba
En esta mezquita se aprovecharon muchos
elementos del mundo visigodo y romano, apuntándose la posibilidad de que se
inspiraran en ambas fuentes para la organización de los soportes superpuestos y
arquerías (la inferior de herradura) que caracterizan esta mezquita; se cita
como un claro precedente de la mezquita cordobesa el acueducto romano de Los
Milagros, en Mérida. Los primeros arquitectos de Córdoba en el siglo VIII,
aprovecharon sistemáticamente los elementos de edificios romanos y visigodos.
En la primera fase de construcción el arquitecto de Abderrahmán I utilizó 110
columnas para formar las once naves con doce intercolumnios cada una de ellas.
El diferente origen de las mismas determinó diferencias entre ellas: los fustes
son de vanados tamaños y grosores, unos lisos y otros estriados verticales o en
espiral; unas con basa, otras sin ella; unas son de mármol, otras de granito.
Al faltarles a estos soportes la altura requerida, los constructores
recurrieron al procedimiento de añadir a cada columna un cimacio de planta
cuadrada sobre el que descansa un pilar monolítico de sección rectangular,
rematado en su parte inferior por unos modillones o rollos que los adaptan al
cimacio. Cada dos pilares quedan enlazados por arcos, el superior de medio
punto y el inferior de herradura; estos arcos inferiores sirven de entibo e
impiden el desplazamiento lateral de las columnas Las dovelas de la doble
arquería se alternan en un cromatismo bicolor, rojo y blanco, derivado del
material usado: siete dovelas de piedra y ocho de ladrillo rojo, por cada arco
superior, y a la inversa en los de herradura.
Esta bicromía y la estructura del
sistema de soportes relacionan muy directamente la mezquita con la arquitectura
civil romana del acueducto de los Milagros, ya citado. Sobre esta estructura,
que se repite infinitamente en toda la superficie de la sala de oración,
descansa la techumbre del edificio, originariamente horizontal, formado por
tableros de madera sobre vigas transversales a la nave.
En la ampliación de doce intercolumnios
nuevos a las once naves, que se efectuó durante Al Hakam II se introdujeron
muchas novedades arquitectónicas: las columnas son expresamente labradas para
la mezquita, por lo que todas son iguales en su fuste aunque en los capiteles
se alternan unos de tipo corintio y otros compuestos; no tienen basa y el
cimacio, por influencias bizantinas, adquiere una forma cruciforme; a la
tipología clásica de arcos se añaden otros apuntados y lobulados, y, por
último, se desarrolló la técnica del entrecruzamiento de los arcos que es a la
vez un recurso arquitectónico que sirve para consolidar la resistencia de las
arquerías, y técnica decorativa que embellece los lugares más destacados de la
mezquita.
Como novedad importante, por la gran
trascendencia que posteriormente tuvo para la arquitectura medieval cristiana,
fue la introducción de bóvedas nervadas cuyos nervios no se unen en la cima de
la cúpula sino que se cruzan en forma de polígono estrellado, dejando libre la
clave central. Son cuatro las que hay en la mezquita: una cubre los pies de la
nave central prolongada durante el siglo X formada por cuatro arcos cruzados en
ángulo recto y otros cuatro dispuestos oblicuamente formado múltiples espacios
triangulares y un espacio central cuadrado, todos ellos decorados con pequeñas
bóvedas de gallones; y otras tres que cubren las bóvedas de la maqsura que se
organizan estructuralmente sobre una base cuadrada y cuyos pares de arcos se
entrecruzan formando una polígono estrellado de ocho puntas, cuyo centro se
decora con una bóveda esquifada.
MOSQUE OF CORDOVA
Between the Islamic constructions that exist in Spain it occupies a preeminent place; the architectural work is more a character of the art Hispanic - Muslim. The mosque was constructed like a reply of the big mosque of Damascus.
The construction began the year 785 without it c be concluded up to the reign of Hixem I (788-796). During the first half of the IXth century, the city of Cordova reached a big town-planning development imposed by the population and economic increase produced during the reign of Abderrahmán II; this emir ordered to realize works of enlargement in the mosque, which were continued during the reign of the emir Mohamed I (852-886).
During the Xth century the works realized in the mosque reached the biggest development: to the initiative of the first caliph of Cordoba, Abderrahmán III, there owes the erection of the minaret that substituted the primitive one and the consolidation of the front of the room of prayer that gives to the courtyard; its son and successor, Al-Hakam II, in, 962, arranged the execution of enlargement of the haram displacing the quibla, with its mihrab, towards the south. In times of the caliph Hixem II (976-1016) and by order of Almanzor there took place a new enlargement impelled again by the growth of the population of Cordoba.
Plant and enlargement of the Mosque of Cordova
According to the model of the mosque of Damascus, that of Cordova has a courtyard (sahn) and a prayer room (haram) with props supports on columns and double arcade, with the difference, with regard to the model, of which in the of Cordoba one walls do not exist with fanlights, nevertheless thanks to the big height that reaches the top level a suitable interior lighting is obtained. The room of prayer of the mosque of Cordova differs from that of Damascus in its asymmetry, which is a consequence of the historical process of its construction, although the additions that were realized during the reigns of Abderrahmán II, Al-Hakam II and Hixem II tried to continue the original disposition of the first building, for this motive it turned out to be a construction with a big stylistic unit.
The plant of the mosque of Cordova is the result of a process of construction that began in the year 785 and concluded in 988.
The plant of the first building is distributed in two north sectors on south, almost equal between themselves; that of the north, overdraft, like courtyard, another roof, with its head towards the south, and accessible to the courtyard by means of eleven arches, that enfilades correspond to some other ships to the head. Eleven ships of the haram are directed from north on south, perpendicular to the wall of the quibla, with a mihrab in the center that disappeared on having extended the mosque towards the south in the IXth century. The first enlargement of the haram took place in the reign of the emir Abderrahmán II during the years 833 to 848, in her the quibla fell down and the ships got longer towards the south, maintaining the width of eleven primitive ships.
During the reign of Abderrahmán III the haram did not suffer alterations, yes, on the other hand, they correspond to this caliph the construction of a new minaret (I conceal today for the baroque work that covers it), the enlargement of the cloak and reforms in the fronts and arcades of the same one. Its successor Al-Hakam II decided a new enlargement of the room of prayer, prolonged again eleven ships and moved the quibla more towards the south up to coming to the walls that were bordering on the Medina in the right margin of the Guadalquivir.
This enlargement is almost comparable, for its size to the surface of the primitive work. Also to one and another side of the mihrab there were constructed a few small rooms which interiors communicate between themselves.
The last and biggest enlargement was realized during the caliphate of Hixem II, but for decision of the almighty Almanzor; the increase was realized to the east, knocking down the oriental wall, were added eight ships that were faced, just as the rest, from north on south up to coming to the quibla, which naturally they had to increase the corresponding part. The result of all this process was that the plant presents off-center the mihrab and the central ship, more wide than the rest, which he leads up to him, remained destroyed like that the longitudinal symmetry that almost is obligatory in the Islamic religious works.
With regard to the orientation, since, instead of looking towards Mecca, it is directed towards the south like the Syrian mosques (Damascus), this fact is interpreted as an independence symbol with regard to Baghdad, like a desire to maintain the Syrian tradition.
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