Friday, 28 February 2014

La Mezquita de Córdoba I...The Mosque of Cordova I

MEZQUITA DE CÓRDOBA

Entre las construcciones islámicas que existen en España ocupa un lugar preeminente; es la obra arquitectónica más carácter del arte hispano-musulmán. La mezquita se construyó como una réplica de la gran mezquita de Damasco.

La construcción se inició el año 785 sin que pudiera ser concluida hasta el reinado de Hixem I (788-796). Durante la primera mitad del siglo IX, la ciudad de Córdoba alcanzó un gran desarrollo urbanístico impuesto por el crecimiento demográfico y económico producido durante el reinado de Abderrahmán II; este emir ordenó realizar obras de ampliación en la mezquita, que se continuaron durante el reinado del emir Mohamed I (852-886). Durante el siglo X las obras realizadas en la mezquita alcanzaron el mayor desarrollo: a la iniciativa del primer califa cordobés, Abderrahmán III, se debe la erección del alminar que sustituyó al primitivo y la consolidación de la fachada de la sala de oración que da al patio; su hijo y sucesor, Al-Hakam II, en el, 962, ordenó la ejecución de ampliaciones del haram desplazando la quibla, con su mihrab, hacia el sur. En tiempos del califa Hixem II (976-1016) y por orden de Almanzor se produjo una nueva ampliación, impulsada nuevamente por el crecimiento de la población cordobesa.

 Planta y ampliaciones de la Mezquita de Córdoba

Según el modelo de la mezquita de Damasco, la de Córdoba tiene un patio (sahn) y una sala de oración (haram) con soportes de pilares sobre columnas y doble arcada, con la diferencia, respecto del modelo, de que en la cordobesa no existen muros con tragaluces, no obstante gracias a la gran altura que alcanza el nivel superior se obtiene una adecuada iluminación interior. La sala de oración de la mezquita de Córdoba se diferencia de la de Damasco en su asimetría, que es consecuencia del proceso histórico de su construcción, pese a que las adiciones que se realizaron durante los reinados de Abderrahmán II, Al-Hakam II e Hixem II trataron de seguir la disposición original del primer edificio, por este motivo resultó una construcción con una gran unidad estilística. 

La planta de la mezquita de Córdoba es el resultado de un proceso de construcción que se inició en el año 785 y concluyó en el 988. 

La planta del primer edificio se reparte en dos sectores de norte a sur, casi iguales entre sí; el del norte, descubierto, como patio, el otro techado, con su cabecera hacia el sur, y accesible al patio mediante once arcos, que corresponden a otras tantas naves enfiladas a la cabecera. Las once naves del haram están dirigidas de norte a sur, perpendiculares al muro de la quibla, con un mihrab en el centro que desapareció al ampliar la mezquita hacia el sur en el siglo IX. La primera ampliación del haram tuvo lugar en el reinado del emir Abderrahmán II durante los años 833 al 848, en ella se derribó la quibla y se alargaron las naves hacia el sur, manteniendo la anchura de las once naves primitivas. 

Durante el reinado de Abderrahmán III el haram no sufrió alteraciones, sí, en cambio, corresponden a este califa la construcción de un nuevo minarete (oculto hoy por la obra barroca que lo recubre), la ampliación del palio y reformas en las fachadas y arquerías del mismo. Su sucesor Al-Hakam II decidió una nueva ampliación de la sala de oración, prolongó nuevamente las once naves y trasladó la quibla más hacia el sur hasta llegar a las murallas que bordeaban la Medina en la margen derecha del río Guadalquivir. Esta ampliación es casi comparable, por su tamaño a la superficie de la obra primitiva. Además a uno y otro lado del mihrab se construyeron unas pequeñas salas cuyos interiores se comunican entre sí. 

La última y más grande ampliación se realizó durante el califato de Hixem II, pero por decisión del todopoderoso Almanzor; el aumento se realizó hacia el este, derribando el muro oriental, se añadieron ocho naves que se orientaron, igual que el resto, de norte a sur hasta llegar a la quibla, que naturalmente tuvieron que aumentar la parte correspondiente. 


El resultado de todo este proceso fue que la planta presenta descentrados el mihrab y la nave central, más ancha que el resto, que conduce hasta él, quedó destruida así la simetría longitudinal que casi es preceptiva en las obras religiosas islámicas. Respecto de la orientación, ya que, en vez de mirar hacia La Meca, está dirigida hacia el sur como las mezquitas sirias (Damasco), este hecho se interpreta como un símbolo de independencia respecto de Bagdad, como un deseo de mantener la tradición siria.

Materiales y elementos constructivos de la Mezquita de Córdoba

En esta mezquita se aprovecharon muchos elementos del mundo visigodo y romano, apuntándose la posibilidad de que se inspiraran en ambas fuentes para la organización de los soportes superpuestos y arquerías (la inferior de herradura) que caracterizan esta mezquita; se cita como un claro precedente de la mezquita cordobesa el acueducto romano de Los Milagros, en Mérida. Los primeros arquitectos de Córdoba en el siglo VIII, aprovecharon sistemáticamente los elementos de edificios romanos y visigodos. En la primera fase de construcción el arquitecto de Abderrahmán I utilizó 110 columnas para formar las once naves con doce intercolumnios cada una de ellas. 

El diferente origen de las mismas determinó diferencias entre ellas: los fustes son de vanados tamaños y grosores, unos lisos y otros estriados verticales o en espiral; unas con basa, otras sin ella; unas son de mármol, otras de granito. 

Al faltarles a estos soportes la altura requerida, los constructores recurrieron al procedimiento de añadir a cada columna un cimacio de planta cuadrada sobre el que descansa un pilar monolítico de sección rectangular, rematado en su parte inferior por unos modillones o rollos que los adaptan al cimacio. Cada dos pilares quedan enlazados por arcos, el superior de medio punto y el inferior de herradura; estos arcos inferiores sirven de entibo e impiden el desplazamiento lateral de las columnas Las dovelas de la doble arquería se alternan en un cromatismo bicolor, rojo y blanco, derivado del material usado: siete dovelas de piedra y ocho de ladrillo rojo, por cada arco superior, y a la inversa en los de herradura. 

Esta bicromía y la estructura del sistema de soportes relacionan muy directamente la mezquita con la arquitectura civil romana del acueducto de los Milagros, ya citado. Sobre esta estructura, que se repite infinitamente en toda la superficie de la sala de oración, descansa la techumbre del edificio, originariamente horizontal, formado por tableros de madera sobre vigas transversales a la nave.

En la ampliación de doce intercolumnios nuevos a las once naves, que se efectuó durante Al Hakam II se introdujeron muchas novedades arquitectónicas: las columnas son expresamente labradas para la mezquita, por lo que todas son iguales en su fuste aunque en los capiteles se alternan unos de tipo corintio y otros compuestos; no tienen basa y el cimacio, por influencias bizantinas, adquiere una forma cruciforme; a la tipología clásica de arcos se añaden otros apuntados y lobulados, y, por último, se desarrolló la técnica del entrecruzamiento de los arcos que es a la vez un recurso arquitectónico que sirve para consolidar la resistencia de las arquerías, y técnica decorativa que embellece los lugares más destacados de la mezquita.

Como novedad importante, por la gran trascendencia que posteriormente tuvo para la arquitectura medieval cristiana, fue la introducción de bóvedas nervadas cuyos nervios no se unen en la cima de la cúpula sino que se cruzan en forma de polígono estrellado, dejando libre la clave central. Son cuatro las que hay en la mezquita: una cubre los pies de la nave central prolongada durante el siglo X formada por cuatro arcos cruzados en ángulo recto y otros cuatro dispuestos oblicuamente formado múltiples espacios triangulares y un espacio central cuadrado, todos ellos decorados con pequeñas bóvedas de gallones; y otras tres que cubren las bóvedas de la maqsura que se organizan estructuralmente sobre una base cuadrada y cuyos pares de arcos se entrecruzan formando una polígono estrellado de ocho puntas, cuyo centro se decora con una bóveda esquifada.


Una de las obras más admirables de la mezquita de Córdoba es el mihrab, cuya entrada se forma por un gran arco de herradura encuadrado en un alfiz rectangular que se apoya en un par de columnas a cada lado. Las dovelas del arco están decoradas con mosaicos de estilo bizantino. La hornacina de este mihrab, muy profunda y de planta octogonal, está empotrado en el grueso muro de la quibla señalándose al exterior por un abultamiento que tiene aspecto de contrafuerte, y cubierta por cúpula en forma de concha esculpida en un solo bloque de mármol.


MOSQUE OF CORDOVA

Between the Islamic constructions that exist in Spain it occupies a preeminent place; the architectural work is more a character of the art Hispanic - Muslim. The mosque was constructed like a reply of the big mosque of Damascus.

The construction began the year 785 without it c be concluded up to the reign of Hixem I (788-796). During the first half of the IXth century, the city of Cordova reached a big town-planning development imposed by the population and economic increase produced during the reign of Abderrahmán II; this emir ordered to realize works of enlargement in the mosque, which were continued during the reign of the emir Mohamed I (852-886). 

During the Xth century the works realized in the mosque reached the biggest development: to the initiative of the first caliph of Cordoba, Abderrahmán III, there owes the erection of the minaret that substituted the primitive one and the consolidation of the front of the room of prayer that gives to the courtyard; its son and successor, Al-Hakam II, in, 962, arranged the execution of enlargement of the haram displacing the quibla, with its mihrab, towards the south. In times of the caliph Hixem II (976-1016) and by order of Almanzor there took place a new enlargement impelled again by the growth of the population of Cordoba.

 Plant and enlargement of the Mosque of Cordova


According to the model of the mosque of Damascus, that of Cordova has a courtyard (sahn) and a prayer room (haram) with props supports on columns and double arcade, with the difference, with regard to the model, of which in the of Cordoba one walls do not exist with fanlights, nevertheless thanks to the big height that reaches the top level a suitable interior lighting is obtained. The room of prayer of the mosque of Cordova differs from that of Damascus in its asymmetry, which is a consequence of the historical process of its construction, although the additions that were realized during the reigns of Abderrahmán II, Al-Hakam II and Hixem II tried to continue the original disposition of the first building, for this motive it turned out to be a construction with a big stylistic unit. 

The plant of the mosque of Cordova is the result of a process of construction that began in the year 785 and concluded in 988.

The plant of the first building is distributed in two north sectors on south, almost equal between themselves; that of the north, overdraft, like courtyard, another roof, with its head towards the south, and accessible to the courtyard by means of eleven arches, that enfilades correspond to some other ships to the head. Eleven ships of the haram are directed from north on south, perpendicular to the wall of the quibla, with a mihrab in the center that disappeared on having extended the mosque towards the south in the IXth century. The first enlargement of the haram took place in the reign of the emir Abderrahmán II during the years 833 to 848, in her the quibla fell down and the ships got longer towards the south, maintaining the width of eleven primitive ships. 

During the reign of Abderrahmán III the haram did not suffer alterations, yes, on the other hand, they correspond to this caliph the construction of a new minaret (I conceal today for the baroque work that covers it), the enlargement of the cloak and reforms in the fronts and arcades of the same one. Its successor Al-Hakam II decided a new enlargement of the room of prayer, prolonged again eleven ships and moved the quibla more towards the south up to coming to the walls that were bordering on the Medina in the right margin of the Guadalquivir. 

This enlargement is almost comparable, for its size to the surface of the primitive work. Also to one and another side of the mihrab there were constructed a few small rooms which interiors communicate between themselves.

The last and biggest enlargement was realized during the caliphate of Hixem II, but for decision of the almighty Almanzor; the increase was realized to the east, knocking down the oriental wall, were added eight ships that were faced, just as the rest, from north on south up to coming to the quibla, which naturally they had to increase the corresponding part. The result of all this process was that the plant presents off-center the mihrab and the central ship, more wide than the rest, which he leads up to him, remained destroyed like that the longitudinal symmetry that almost is obligatory in the Islamic religious works. 



With regard to the orientation, since, instead of looking towards Mecca, it is directed towards the south like the Syrian mosques (Damascus), this fact is interpreted as an independence symbol with regard to Baghdad, like a desire to maintain the Syrian tradition.

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