SOCIALISMO
Karl Marx (1818-1883), natural de Tréveris,
capital de Renania-Palatinado, una ciudad situada junto al Mosela al suroeste
de Alemania, nació en el seno de una familia judía. Su padre era abogado.
Empezó derecho el la Universidad de Bonn pero marchó a Berlín para estudiar
filosofía. En la Universidad estuvo al principio bajo la influencia de la
filosofía de Hegel.
A instancias de Ludwig Feuerbach (1804-1872) se alineó con
la izquierda hegeliana. En 1842, junto con Bruno Bauer (1809-1882), colaboró en
la Gaceta Renana, en la que llegó a
ser redactor jefe, pero la publicación fue clausurada por la censura y tuvo que
exiliarse en Francia en 1843 con la intención de estudiar allí el socialismo.
Marx es, junto con Friedrich Engels
(1820-1895), el verdadero fundador del materialismo histórico y dialéctico. Sus
seguidores suelen llamarlo padre del
socialismo científico.
La crítica de Marx al idealismo de Hegel y al materialismo de
Feuerbach
Marx se autodenomina hegeliano a la inversa.
Porque si para Hegel la idea es lo fundamental y el resto se deriva de ahí (de
hecho, lo material constituye para este filósofo una exteriorización de la
idea), para Marx lo fundamental es lo material. Lo material es lo única,
auténtica y decisivamente real. Todo lo demás (costumbres, moralidad, derecho,
religión, cultura) son fenómenos derivados de ahí, es decir, meros epifenómenos
de lo material.
Hegel, según Marx, al mirar el mundo desde arriba, invirtió el
orden de las cosas. Esto explica que Marx se llame a sí mismo
materialista, aunque no por ello deje de considerarse discípulo de Hegel.
Aunque Feuerbach fue un precursor, a Marx no
le satisface por completo la posición de este filósofo ni la de otros hegelianos.
Para Marx el materialismo es práctico y es histórico. Estas características son
el eje de su aguda polémica con Feuerbach.
En su obra Tesis sobre Feuerbach (1845), Marx señala que el mundo no está
acabado y por porque hay que construirlo no se puede adoptar un comportamiento
pasivo. Ciertamente, reconoce en Feuerbach el mérito de diluir la
representación religiosa del mundo a sus elementos terreno-sensibles, pero el
materialismo de éste, como el de otros jóvenes hegelianos, se enmarca en un mundo
acabado contentándose con una actitud pasiva, meramente interpretativa.
Para
Marx el error de Feuerbach es no advertir que el mundo (lo sensible) es
producto de la actividad (praxis) humana.
Según Marx, esos autores se han instalado en
un mundo burgués, integrado por consumidores, que, al ignorar que cuanto se
consume (incluso una fruta) siempre resulta de la producción (una actividad
humana enmarcada en la historia), adoptan actitudes pasivo-receptivas.
La transformación que propugna Marx es
radical: el mundo está en permanente cambio, interpretación materialista,
que exige en el ser humano actitudes activas y prácticas.
Para fundamentar su filosofía, Marx toma de
Hegel una idea central en su doctrina: el eterno devenir, la superación de los contrarios, el avance incesante hacia lo nuevo. Si
embargo, de la multitud de tríadas (tesis, antítesis y síntesis) que
desarrolló Hegel, a Marx sólo le interesa:
Ø el capitalismo como tesis
Ø el proletariado como antítesis
Ø la abolición de las clases sociales (conquista comunista) como
síntesis.
Con la síntesis, es decir, logrado el fin
político, también cesa el proceso filosófico. Y este esquema es revolucionario,
pues para Marx la filosofía sólo es un instrumento con un fin político. A pesar
de las obvias limitaciones de semejante enfoque, muchas de sus ideas Marx
perviven en el análisis científico de la sociedad y del devenir humano.
SOCIALISM
Karl Marx (1818-1883), native of Tréveris, the capital of Rhineland Palatinate, a city placed along with the Moselle to the south-west of Germany, was born in the bosom of a Jewish family. Its father was a lawyer. The University of Bonn began right but it went to Berlin to study philosophy. In the University it was at first under the influence of the philosophy of Hegel.
To instances of Ludwig Feuerbach (1804-1872) it lined up with the Hegelian left. In 1842, together with Bruno Bauer (1809-1882), there collaborated in the Gazette Regrandma, in which he became an editor-in-chief, but the publication was closed by the censoring and she had to go into exile in France in 1843 with the intention of studying there the socialism.
Marx is, together with Friedrich Engels (1820-1895), the real founder of the historical and dialectical materialism. Its followers usually call it father of the scientific socialism.
The criticism of Marx of the idealism of Hegel and of the materialism of Feuerbach
Marx is autonamed Hegelian on the contrary. Because if for Hegel the idea is the fundamental thing and the rest stems hence (in fact, the material thing constitutes for this philosopher an exteriorización of the idea), for Marx the fundamental thing is the material thing. The material thing is it the only, authentically and decisively really.
Everything else (customs, morality, right, religion, culture) mere epifenómenos of the material thing are phenomena derived hence, that is to say. Hegel, according to Marx, to the glance the world from above, invested the order of the things.
This tells that Marx should call to himself himself the same materialist, although not by it he stops being considered to be a Hegel disciple.
Although Feuerbach was a precursor, Marx is satisfied completely neither by the position of this philosopher nor that of Hegelian others. For Marx the materialism is practical and it is historical. These characteristics are the axis of its sharp polemic with Feuerbach.
In its work Thesis on Feuerbach (1845), Marx points out that the world is not finished and for because it is necessary to construct it it is not possible to adopt a passive behavior. Certainly, he recognizes in Feuerbach the merit of area dilutes the religious representation of the world to its sensitive elements, but the materialism of this one, as that of other Hegelian young people, is framed in a finished world being satisfied with a passive attitude, merely interpretive.
For Marx the Feuerbach error is not to warn that the world (the sensitive thing) is a product of the activity human (praxis).
According to Marx, these authors have settled in a bourgeois world integrated by consumers, which, on having ignored that all that is consumed (even a fruit) always results from the production (a human activity framed in the history), they adopt passive-receptive attitudes. The transformation that Marx supports is radical: the world is in permanent change, materialistic interpretation, which demands in the human being active and practical attitudes.
To base its philosophy, Marx takes of Hegel a central idea in its doctrine: the eternal one to occur, the overcoming of the opposite ones, the incessant advance towards the new thing. If I impede, of the multitude of triads (thesis, antithesis and synthesis) that Hegel developed, Marx only is interested in:
the capitalism as thesis
the proletariat as antithesis
the abolition of the social classes (communist conquest) as synthesis.
With the synthesis, that is to say, achieved the political end, also it stops the philosophical process. And this scheme is revolutionary, since for Marx the philosophy is only an instrument with a political end. In spite of the obvious limitations of similar approach, many of its ideas Marx survive in the scientific analysis of the society and of occurring human.
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