IDEOLOGÍA O SUPRAESTRUCTURA:
El análisis marxista de la realidad social parte de su
división en dos planos: Infraestructura, que constituye el entramado económico de determinada
sociedad (todo lo relativo a la producción e intercambio de bienes). Supraestructura
o ideología: que constituye
el sistema de representaciones (valores, mitos e ideas) que determinada
sociedad tiene acerca de sí misma y que se manifiesta en las leyes, la ciencia,
el arte, la religión, la filosofía.
Siempre debe entenderse
que la ideología es una consecuencia de la infraestructura económica y, como
tal, en principio, no es ni positiva ni negativa.
No obstante, al analizar
con este modelo la sociedad capitalista burguesa del siglo XIX, Marx tiende a interpretar
la ideología en negativo, considerándola como el medio con el que quienes
dominan la infraestructura (el capital) desfiguran la situación real del
hombre. Esta desfiguración es lo que el marxismo llama alienación o
enajenación.
Para acabar con esta
ideología Marx
concibe un mecanismo doble:
- Hay que comprender teóricamente la situación
real (saber que se vive una existencia alienada)
- Hay que adquirir una conciencia ideologizada que
permita una acción práctica (acción revolucionaria) que ponga fin a la
alienación.
ALIENACIÓN: Para Marx el trabajo (la
producción) resulta esencial para el ser humano. Por tanto, se produce
alienación económica si se le arrebatan los medios de producción. El ser
humano, al no reconocerse en el producto de su trabajo, se lo está desposeyendo
de su esencia.
Para Marx la alienación es
un término que debe entenderse como una relación de dos elementos en la que uno
de ellos arrebata algo a otro a favor de sí mismo.
La alienación puede ser de
varios tipos:
-
Económica, cuando el individuo transfiere una propiedad
a otro.
-
Jurídica, cuando el individuo transfiere su libertad a
la sociedad.
-
Teológica: cuando el individuo deposita su conciencia
en Dios.
Teniendo en cuenta el
protagonismo que Marx
concede al factor económico, es natural que otorgue más importancia a la
alienación económica, puesto que por su causa al ser humano se le arrebata su
esencia: LA PRODUCCIÓN.
IDEOLOGY OR SUPRAESTRUCTURA:
The Marxist analysis of the social reality departs from its division in two planes: Infrastructure, which constitutes the economic framework of certain society (everything relative to the production and exchange of goods). Supraestructura or ideology: that constitutes the system of representations (values, myths and ideas) that certain society has about herself and that one shows in the laws, the science, the art, the religion, the philosophy.
It must always be understood that the ideology is a consequence of the economic infrastructure and, as such, in principle, it is neither positive nor negative.
Nevertheless, after there analyzes with this model the bourgeois capitalist society of the XIXth century, Marx tends to interpret the ideology in negative, considering it to be the way with which those who dominate the infrastructure (the capital) disfigure the real situation of the man. This disfigurement is what the Marxism calls an alienation or alienation.
To finish with this ideology Marx conceives a double mechanism:
1. It is necessary to comprise theoretically the real situation (to know that one lives through a mentally ill existence)
2. A conscience is necessary to acquire ideologizada that allows a practical action (revolutionary action) that finishes the alienation.
ALIENATION: For Marx the work (the production) turns out to be essential for the human being. Therefore, economic alienation takes place if the production means get carried away him. The human being, on not having been recognized in the product of its work, is dispossessing it of its extract.
For Marx the alienation is a term that must be understood like a relation of two elements in which one of them snatches something from other in favor of itself.
The alienation can be of several types:
- Economic, when the individual transfers a property to other.
- Juridical, when the individual transfers its freedom to the society.
- Theological: when the individual deposits its conscience in God.
Bearing in mind the leading role that Marx grants to the economic factor, it is natural that it grants more importance to the economic alienation, since for its cause to the human being its extract gets carried away: THE PRODUCTION.
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