Oleo sobre tabla.
En el tallo, todavia hay una hoja, acaban de coger la manzana, le han dado un buen mordisco, sin vacilación ni reticencia. Yo creo que la avidez, se mezcla con la confianza. La manzana es buena, no cabe duda. No obstante, no ha procurado placer alguno, con la boca abierta y los dientes bien visibles, el rostro de la mujer se ha paralizado, como si ignorara todavia lo que habia que pensar. Tal vez en ese instante, esta pensando por primera vez.. Descubre entonces la razon y la intención, el deseo y la satisfacción que no durará.
Es posible que el autor, -Holbein-, la represente hablando, mientras incita al hombre a probar aquella manzana con ella, o tal vez el tambien la ha probado ya, no queda claro y las posibilidades se superponen. El aprendizaje del tiempo es desconcertante. El cuadro, que deja decidir por una u otra posibilidad, por el antes o el despues , abandona al espectador al espectador a la precariedad de una situación indescifrable, alli donde precisamente se encuentran los personajes. A partir de aquel momento, tendran que separar el pasado del futuro que afrontan, encontrar aquél espacio infimo y desconocido donde se desliza el presente. En el cuadro, -construido como una balanza-, la manzana es una plaga.
El hombre mira mas alla de la imagen, con los ojos alzados y el menton bajo, los hombros inclinados hacia la derecha, el rostro hacía la izquierda. Su ser está desquiciado. El camino que ha de tomar lo tiene dividido. La continuación de la historia, no se hará esperar. La expulsión del paraiso, y la soledad del hombre, que ha desobedecido. Pero en realidad, todo está alla, en aquél dialogo imposible. Aquí estan separados, y es para siempre. Entre ellos, la transgresión del fruto prohibido.
La forma del mundo, trastornada por una dentellada. Todo se articula a partir de entonces a partir del trozo que falta, el último mordisco ha dejado una herida viva. El fruto, ni intacto, ni acabado de comer, es ahora bastardo. Captado entre la integridad primigenia, que solo podemos imaginar y la desaparición que vendrá que puede preverse. El pintor impide que la historia continue, bloquea su desarrollo. La cronología se inventa con el pecado, pero la imagen se obstina en el acto irreparable que no puede superar.
La representación de un fruto intacto, hubiera permitido esperar un aplazamiento, incluso si la condena no hubiera sido diferida por este motivo. , pues no, Holbein trata el tema de la forma más pragmatica, describiendo la perplejidad, mas que la pureza original o la esperanza de la redención. Prefiere este momento terrible en que todo cambia sin que se haya podido apreciar todavia sus modalidades ni medir sus consecuencia.
El fruto no es aqui deseable, ni simplemente apetitoso. Es un fruto y eso basta, la especie puede más que el individuo y sus cualidades. La obra tampoco traza el destino particular de estos dos seres. Se limita a constatar. La manzana se satisface, pues con una pintura convencional, como los personajes, la mujer de formas rellenas y de piel tan pálida, el hombre, barbudo con la piel curtida y el pelo oscuro. Hay algo más inesperado que los tipos presentes, el formato del cuadro, que es el resultado de una antigua modificación. Solo se ha conservado la parte superior de un cuadro que mostraba el pecado original. La escena queda reducida hoy a los dos bustos, a modo de retratos. Sometido a los avatares de la historia de las imágenes, el pecado original se reduce a un drama conyugal.
Con la manzana apenas mordida, los gestos se tornan pesados, la felicidad esperada estaba en realidad entera en la anticipación. El proyecto contenía su propio placer, seguido de un gran vacío. Eva ya no reconoce su mano, se le hace incluso extraña, esta piel tan oscura para ella, tan clara para el cuerpo de Adan...un color confuso, como lo está ahora su espiritu.
El conocimiento no dejará de ahogar al hombre que ha pecado. Conserva su marca en el cuerpo y la leyenda se mezcla con la Bíblia para impedirle olvidar. su mala conciencia le hace un nudo en la garganta. Con todo, respira, no es gran cosa. A fin de cuentas solo es un trozo de manzana atragantado.
I flutter on table.
In the stem, there is still a sheet, they have just taken the apple, have given him a good bite, without hesitation or reserve. I believe that the avidity, it is mixed by the confidence. The apple is good, it is not doubt. Nevertheless, he has not tried any pleasure, with the open mouth and the quite visible teeth, the face of the woman has been paralyzed, as if he was still ignoring what it was necessary to think. Perhaps in this moment, he is thinking for the first time. It discovers then the reason and the intention, the desire and the satisfaction that will not last.
It is possible that the author, - Holbein - represents it speaking, while it incites the man to prove that apple with her, or perhaps also it has already proved it, it does not remain clear and the possibilities overlap. Learning of the time is disconcerting. The picture, which he allows to decide for one or another possibility, for earlier or later, leaves the spectator the spectator to the instability of an undecipherable situation, there where precisely the personages are. From that moment, they will have to separate the past of the future that they confront, find that one space negligible and unknown where the present slides. In the picture, - constructed like a scales - the apple is a plague.
The man looks beyond the image, with the raised eyes and the low chin, the shoulders inclined towards the right, the face it was doing the left. Its being is upset. The way that it has to take has it divided. The continuation of the history, it will not make be expected. The expulsion of the paradise, and the solitude of the man, which it has disobeyed. But in fact, everything is there, in that one impossible dialogue. Here they are separated, and it is forever. Between them, the disobedience of the prohibited fruit.
The form of the world, transtornada for a bite. Everything is articulated since then from the piece that is missing, the last bite has left a living wound. The fruit, not intact, not had just eaten, is now a bastard. Received between the original integrity, which we can only imagine and the disappearance that will come that it can be foreseen. The painter prevents the history from continuing, blocks its development. The chronology is invented by the sin, but the image is obstinate at once irreparably that it cannot overcome.
The representation of an intact fruit, he would have allowed to hope for a postponement, even if the condemnation should not defer for this motive., since not, Holbein treats the topic of the most pragmatic form, describing the puzzlement, more than the original purity or the hope of the redemption. He prefers this terrible moment in which everything changes without it being still possible to have appreciated its forms to measure its consequence.
The fruit is not here desirable, not simply tasty. It is a fruit and that is enough, the species can more than the individual and its qualities. The work does not plan the particular destination of these two beings either. He limits himself to stating. The apple is satisfied, since with a conventional painting, as the personages, the woman of stuffed forms and of so pale skin, the man bearded with the tanned skin and the dark hair. There is something more unexpected than the present types, the format of the picture, which is the result of an ancient modification. Only there has survived the top part of a picture that was showing the original sin. The scene remains limited today to two busts, as portraits. Submitted to the ups and downs of the history of the images, the original sin comes down to a conjugal drama.
With the apple scarcely bitten, the gestures become heavy, the awaited happiness was in fact entire in the anticipation. The project was containing its own pleasure followed by a big gap. Eva already does not recognize its hand, a confused color is made even strange to him, this so dark skin for her so clear for Adam's body..., as it its spirit is now.
The knowledge will not stop drowning the man who has sinned. It preserves its mark in the body and the legend mixes with the Bíblia to prevent him from forgetting. its bad conscience does a knot to him in the gullet. In spite of everything, he breathes, it is not a big thing. After all it is only a choked apple piece.
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