El conflicto es inherente a las relaciones íntimas. Tenemos en muchas ocasiones miedos, frustraciones pasadas, expectativas, lugares muy vulnerables que, inevitablemente entran en juegos cuando nos abrimos, cuando amamos.
Muchas veces nos disgustamos cuando aparece el conflicto, porque creemos que es algo que no debería ocurrir, que si funcionamos bien como pareja, que si nos amamos lo suficiente, no habría discusiones, pero el conflicto y el dolor son tan propios a las relaciones íntimas, como lo es el amor, abrirnos al otro, produce tanto el placer del contacto como el temor a la vulnerabilidad.
Yo creo que el conflicto en si no es malo.
Es lo que se hace con el conflicto lo que puede ser potencialmente dañino, especialmente para los hijos que se encuentran en medio del campo de batalla. Porque los hijos crecen en el espacio físico que existe entre sus padres, y necesitan del apoyo y la contención de ambos para sobrevivir. Saben que son producto del amor de la pareja. Por este motivo, para los niños presenciar peleas entre sus padres puede ser un verdadero infierno, por ejemplo cuando ven que se gritan o hablan mal, -los niños pueden percibir los desprecios mas sutiles.
Pero hay otras muchas dinámicas que agravan la situación, haciendo que los niños carguen con el conflicto de pareja. Tanto si los padres a mi juicio, están separados, como si están juntos, son actitudes que se deberían evitar.
USARLOS COMO CONFIDENTES: En ocasiones tras un conflicto no resuelto, los adultos, están muy abrumados y no logran elaborar lo que ocurre. En lugar de hablarlo con un amigo, un familiar o un terapeuta, les cuentan a sus hijos sus problemas, sea tal vez porque están en el lugar y el momento indicados, tal vez porque son las personas en las que confían.
Pero el riesgo cuando son adolescentes, los padres pueden pensar que ya son mayores, y que pueden saber mas de las cosas, pero en realidad, cargar con el conflicto es muy doloroso para ellos. Aún más si se trata de temas íntimos.
CONVERTIRLOS EN ESPÍAS: Cuando los hijos comparten tiempo e intimidad con uno de los miembros de la pareja, pueden aparecer como la persona ideal a través de la cual obtener información sobre los que hace el otro cuando no lo vemos, cuánto gasta, a quién llama, si fué donde dijo que iba...a veces son preguntas sutiles, pero aún así hacen sufrir a los niños, ya que sienten una fuerte lealtad hacia los padres.
HACER QUE ACTÚEN COMO MENSAJEROS: Pedir a los hijos que lleven mensajes implica colocarlos en el centro del conflicto. Algunas veces, de este modo, se enteran de informaciones inapropiadas. Otras, se sienten culpables por entregar una información, que entristece o enoja al padre o a la madre..."pídele que me perdone...pídele que me de dinero....dile que si no cambia me iré de casa..."
GUARDAR SECRETOS: Ocurre lo mismo cuando un padre le pide a su hijo que no cuente algo que han hecho juntos o que el adulto ha dicho. Para los niños, es muy dificil entender porque tienen que guardar el secreto, reprimirse les produce mucha tensión. Sí, ademas, los secretos de un padre vienen aparejadas con las preguntas de otro, la lucha interna que viven les causa sufrimiento y sentimiento de culpa.
DAR ORDENES CONTRADICTORIAS: Los padres enseñan a los hijos como vivir, que es bueno, que es lo que se debe hacer. No siempre es bueno llegar a acuerdos en cuanto a la crianza, pero eso es una cuestión que se debe decidir dentro de la pareja. Cuando damos indicaciones opuestas a los hijos, les traspasamos el conflicto, y para los niños es imposible decidir entre entre sus padres, elegir a quien escuchar.
ESTABLECER ALIANZAS: En muchas familias, uno, o ambos padres establecen alianzas con alguno o varios de los hijos, la madre suele dar muchas órdenes, y el padre se alía con los hijos, actuando como "policía bueno", ante una separación, el que se queda en casa, se alía con los hijos transmitiendoles la idea de que han sido abandonados...No son situaciones sanas, porque lo que los niños necesitan es desarrollar su individualidad, no identificarse con lo que les sucede a los padres. Necesitan querer a ambos por igual y sentir que está permitido tener un vínculo por los dos.
MANIPULAR AL OTRO: En demasiadas ocasiones, los hijos se vuelven un arma para atacar o manipular a la pareja.
COMPETIR POR EL AMOR DE LOS HIJOS: La lucha por demostrar que uno quiere más a los hijos que uno quiere más a los hijos que el otro no causa más que nuevos conflictos. Además, comprarle cosas, permitirles hacer actividades "prohibidas", o pasar mucho tiempo juntos para excluir al otro progenitor, no significa que se estén oucpando del bienestar de los hijos, solo están pendientes de su propia imagen.
HABLAR MAL DEL OTRO: Muchas personas indignadas por el comportamiento de la pareja, tienden a criticarla y a quejarse delante de los hijos. No siempre tienen la intención de lastimar, muchas veces, simplemente no pueden controlar su enfado, o creen que los hijos tienen que saber la verdad. Se trata de un gran error para los hijos, porque es sano tener una buena relación con ambos padres.
DESCUIDAR A LOS HIJOS: El mayor riesgo de las disputas entre los padres, es que estos lleguen a centrarse tanto en si mismos, en su pareja y en su pelea, que se olviden de los hijos, convirtiéndoles en algo secundario, sepultado por la pasión, el dolor y la lucha que genera el conflicto.
En el desarrollo de la auto.valoración, es crucial que los padres nos miren, nos presten atención, nos tengan en cuenta. No ser vistos por nuestros padres nos produce un dolor muy profundo, y pueden hacernos creer que no somos buenos ni dignos de amor, algo que marca seriamente a las personas.
Para ser capaces de afrontar los conflictos con serenidad, es importante conocernos lo suficiente. Así podremos reconocer nuestro enfado sin dejar que el odio domine nuestras acciones y dañe nuestras relaciones. Contener, -NO REPRIMIR- nuestras emociones, nos ayuda a actuar con claridad y a comunicarnos mejor. Y cuando nos demos cuenta de que nos hemos equivocado, será importante no culparnos.
Todo lo contrario, será el momento de observar lo que hemos hecho y tomar conciencia para reparar nuestras acciones y perdonarnos, el momento de aprender a mirar a los hijos y ponernos en su lugar, cuidarlos e intentar mejorar, por nuestro propio bien y el suyo.
The conflict is inherent in the intimate relations. We have frequently fears, past frustrations, expectations, very vulnerable places that, inevitably enter games when we open, when we love.
Often we get upset when the conflict appears, because we believe that it is something that should not happen, that if we work well like couple, that if we love each other the sufficient thing, there would no be discussions, but the conflict and the pain are so proper to the intimate relations, as it it is the love, to open to other, it produces both the pleasure of the contact and the fear of the vulnerability.
I believe that the conflict if it is not bad. This is what it does to itself with the conflict what can be potentially harmful, especially for the children who are in the middle of the battlefield. Because the children grow in the physical space that exists between its parents, and need the support and the containment of both to survive.
They know that there are a product of the love of the couple. For this motive, for the children to attend fights between its parents can be a real hell, for example when they see that they are shouted or speak badly, - the children can perceive the subtlest desprecios.
But there are many other dynamics that aggravate the situation, doing that the children load with the couple conflict. So much if the parents to my judgment, are separated, as if they are together, there are attitudes that should be avoided.
TO USE THEM LIKE CONFIDANTS: Sometimes after not decisive conflict, the adults, are very overwhelmed and do not manage to prepare what happens. Instead of speaking it with a friend, a relative or a therapist, they tell to its children its problems, be perhaps because they are in the stated place and the moment, perhaps because they are the persons in whom they trust.
But the risk when they are adolescent, the parents can think that they are already major, and that they can know more of the things, but, load in fact with the conflict it is very painful for them. Moreover if it is a question of intimate topics.
TO TURN THEM INTO SPIES: When the children share time and intimidate with one of the members of the couple, they can appear like the ideal person across whom to obtain information about those that other does when we do not see it, how much spends, whom it calls, if it was where he said that it was going... sometimes there are subtle questions, but nevertheless they make to suffer the children, since they feel a strong allegiance towards the parents.
TO DO THAT THEY ACT LIKE MESSENGERS: To ask the children to take messages implies placing them in the center of the conflict. Sometimes, this way, they find out about inappropriate informations. Others, they feel guilty for delivering an information, which saddens or it angers the father or... "ask the mother to excuse me... ask him that of money.... say to him that if it does not change I will go away of house..."
TO KEEP SECRETS: The same happens when a father asks its son that it should not count anything that they have done together or that the adult has said. For the children, it is very difficult to understand because they have to keep the secret, stop themselves produces many tension to them.
Yes, you prop, the secrets of a father are prepared by the questions of other, the internal struggle through that they live causes them suffering and fault feeling.
TO GIVE CONTRADICTORY ORDERS: The parents teach to the children like living, that is good, that is what it is necessary to do. Not always it is good to come to agreements as for the upbringing, but this is a question that it is necessary to decide inside the couple. When we give indications opposite to the children, we penetrate the conflict to them, and for the children it is impossible to decide between between its parents, to choose to whom to listen.
TO ESTABLISH ALLIANCES: In many families, one, or both parents establish alliances with someone or several of the children, the mother usually gives a lot of orders, and the father is allied by the children, operating like "good police officer", before a separation, which remains at home, is allied by the children transmitting to them the idea of that have been left...
There are no healthy situations, because what the children need is to develop its individuality, not to be identified with what it happens to the parents. They need to love both equally and to feel that it is allowed to take a tie as the two.
TO MANIPULATE OTHER: In too much occasions, the children turn a weapon to attack or to manipulate the couple.
TO COMPETE FOR THE LOVE OF THE CHILDREN: The struggle for demonstrating that one loves more the children that one loves more the children that other causes only new conflicts. Also, to buy to him things, to allow them to do "prohibited" activities, or spend a lot of time together to exclude another progenitor, does not mean that they are oucpando of the well-being of the children, they are only dependent on their own image.
TO SPEAK BADLY ABOUT OTHER: Many persons indignant at the behavior of the couple, tend to criticize it and to complain in front of the children. Not always they have the intention of hurting, often, simply they cannot control its annoyance, or believe that the children have to know the truth. It is a question of a big error for the children, because it is healthy to have a good relation with both parents.
TO NEGLECT THE CHILDREN: The biggest risk of the disputes between the parents, is that these go so far as to center so much on if the same, on its couple and in its fight, which they forget of the children, turning them into something secondary, buried by the passion, the pain and the struggle that generates the conflict. In the development of the auto.valoración, it is crucial that the parents look at us, pay attention to us, bear us in mind.
Not to be seen by our parents produces a very deep pain to us, and they can make us believe that we are neither good nor worth of love, something that it marks seriously to the persons.
To be capable of confronting the conflicts with serenity, it is important to know each other the sufficient thing. This way we will be able to recognize our annoyance without stopping that the hate should dominate our actions and should damage our relations. To contain, - NOT TO SUPPRESS - our emotions, helps us to act with clarity and to communicate better. And when we realize that we have been wrong, it will be important not to blame us.
Everything opposite, it will be the moment to observe what we have done and to take conscience to repair our actions and to excuse us, the moment to learn to look at the children and to put ourselves in its place, to take care of them and to try to improve, for our own good and his.
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